O mejor así, porque si no le interesas no tiene que darte el suyo ni responderte, le das una salida y no un callejon sin salida.
Siempre se lo doy a las chicas y me dan el suyo, aunque cuando lo cuento los chicos me dicen que ellos no se han atrevido nunca a darle el teléfono a una chica porque les da miedo, que prefieren que ellas se lo den o se lo pidan..