Muchos desprecian los tópicos del shonen de aventuras y combates (y a todo esto creo que da para debate cómo en el mundillo del comic está peor visto ser a los 30, 40... aficionado al cómic juvenil japonés que al europeo), pero a mí me gustan. No todos, pero sí la mayoría. Así que no me importaría que Hunter x Hunter hubiera sido una serie más típica, hay varias típicas que me gustan más de hecho. Pero una vez leída la prefiero así.
(¡SPOILERS!) Hay series que van más lejos subvirtiéndolos porque es su razón de ser, como Medaka Box, pero es todo más artificial de lo normal. En Hunter x Hunter es todo como más natural de lo normal, va pasando según surja. Por ejemplo, el protagonista consigue un power-up que, se nos informa, parece igualarle con el supervillano que parece invencible. En una serie normal esa sería su función y razón de ser. Aquí lo quema contra la esbirra de la que quiere vengarse y se autodestruye de paso. No ha servido para aquello para lo que era más valioso sino para lo que el prota tenía entre ceja y ceja. Podría decirse que el rol de las cosas en esta serie no lo define la necesidad sino las circunstancias, y por eso parecen como más realistas dentro de que sea todo imposible.
La contrapartida es que puede resultar anticlimática, pero creo que depende de cada lector. Es como poner en un lado de la balanza mis expectativas como aficionado al género y en el otro cuánto me engancha la serie mientras Togashi las frustra.