Por poder, no habría ningún problema, sólo que en el momento que instales el Windows 8 (o el 8.1) te va a sobreescribir el sector de arranque del disco y vas a tener que regenerar el GRUB si quieres volver a entrar en Linux.
Lo de la UEFI te va a afectar en que, si tienes el Arranque Seguro (Secure Boot) activado, Windows 8 no arrancará si lo intentas cargar desde el GRUB. El proceso sería cargar el bootmgr de Windows 8 con una entrada para Linux que al seleccionar esa entrada cargara el GRUB y después Linux; al revés de lo que se vendría haciendo hasta ahora. Otra opción, si es posible, sería configurar la UEFI para que actúe en modo de legado BIOS o desactivar el Arranque Seguro también en la UEFI.