No te empeñes en recordar detalles. Lleva un cuaderno y anotas todo.
El mero hecho de anotar un dato, libera a tu mente de la tensión de tener que recordarlo.
Por otro lado no creo que olvidar detalles pequeños sea razón de preocupación. Por ejemplo es bien conocida la tendencia a olvidarse de cosas de Albert Einstein, que parecía vivir abstraído, mientras era perfectamente capaz de concentrarse profundamente en resolver un problema de física o matemáticas.
Lo que sí sería preocupante es que un día te perdieses por la calle, o durante unos instantes no recuerdes tu nombre, o no recuerdes en dónde estás, es decir cosas importantes. El hecho de sentirse en un momento dado perdido, o perder la noción del tiempo, o del espacio, sí pudieran ser indicios de algo que aconsejaría ir al médico. Pero olvidar detalles pequeños no creo que tenga importancia.
Lleva una agenda detallada y ya está.
En el ámbito aeronáutico los pilotos de aviones e incluso los astronautas de la NASA usan de forma habitual los manuales de vuelo y los "checklist" o listas de comprobación, de modo que ningún profesional se olvide de algo que tenga que comprobar. Y los llevan a la vista. Pudiera pensarse que es algo tonto, ya que con la veteranía se sabrán de memoria los procedimientos, pero la prudencia aconseja llevar esos "checklist", además de otros documentos con datos técnicos sobre el rumbo, la pista en la que tienen que aterrizar en el aeropuerto de destino, etc.
Fíjate en esta imagen cómo cada piloto lleva unos papeles. A veces fijan el "checklist" con una pinza al salpicadero
Que un piloto de avión, o un capitán de barco, o un astronauta, confíe exclusivamente en su memoria, sería una decisión muy arriesgada.