No te pares, termina el primer borrador, y cuando tengas ese primer borrador del libro (o relato) terminado, deja pasar unos días, y luego lo lees y vas corrigiendo, completando, o suprimiendo cosas.
Por ejemplo, puedes utilizar el recurso de contar algo al principio sobre un hecho que sucederá más adelante. Eso se puede hacer cuando ya has escrito toda la historia. Pongo un ejemplo:
El personaje A tendrá un accidente de coche en el capítulo 7, en el cual no se matará, pero tendrá que ir al hospital una temporada, y el coche quedará siniestro total.
Bueno pues sabiendo esto, puedes meter pequeños detalles desde el capítulo 1, explicando que "A" es una persona que no se preocupa de cumplir las normas de tráfico, que una vez casi atropella a alguien, que otra vez le pusieron una multa por velocidad excesiva, etc. A modo de pequeñas pinceladas, pero el lector va pillando la idea de que este personaje cualquier día tiene un accidente.
Otro recurso que puedes utilizar es cambiar el procesador de textos o el bolígrafo o lápiz, por una grabadora de audio, y grabarte imaginando parte de la historia. El lenguaje oral es diferente del escrito. Cuando explicamos algo verbalmente tendemos a expresarnos de una forma diferente. Te puede ser útil tener un enfoque oral de una parte de la historia.
Pero sobre todo, si la historia te llega a aburrir, entonces lo que necesitas es acción. En un relato tiene que ocurrir algo. El lector no debe llegar a dormirse. Si el relato te parece aburrido, hay que añadir algo emocionante.
Los argumentos interesantes para una historia no aparecen de forma mágica, sino cuando te esfuerzas en pensar algo. Sin embargo la mente no descansa nunca. El subconsciente seguirá trabajando en tu historia mientras duermas. Camilo José Cela decía que incluso cuando dormía, estaba trabajando en alguna obra. Te recomiendo anotar los sueños que tengas cuando veas en ellos argumentos o ideas interesantes. Aunque no tengan ninguna relación con lo que estás escribiendo.
En cuanto a lo de sentirte culpable por basarte en personas reales para crear tus personajes, lo que puedes hacer es desvincularlos por completo de esas personas reales. Hazte una ficha para cada personaje y trata de que no coincida ninguna característica de la persona real con las del personaje.
Por ejemplo:
Persona real: Ana, 25 años, morena, auxiliar de enfermería, casada con Luis. Le gusta ir a restaurantes.
Personaje: Luisa, 25 años, rubia, auxiliar administrativa, vive con Alberto pero sin estar casados. Le gusta ir a restaurantes vegetarianos.