Tu mano esta cansada
cansada de pedir caridad
de no ser escuchada
de pasar inadvertida.
No es tu corazón al que oyen.
Escuchan tu piel
tu procedencia
escuchan tu fama.
No miran más allá
no se paran a pensar
-es como yo, es como tu-
Te miran con indiferencia
y tú tienes paciencia
y aguantas y no protestas.
Acogerle, acogerles
son como tu,
son como yo.
Sienten, lloran y padecen.
Abrazarle, abrazarlos.
Ellos también lo necesitan
también son hombres, también hijos.
Que el color de su piel
Que la tierra de su origen
No ahogue, no asfixie
a lo que lamas tu corazón