En Polonia se protesta en la calle y en la red para pedir pedir explicaciones al gobierno por autorizar a su embajador a firmar hoy el tratado ACTA en Japón (depositario del acuerdo). En Austria los activistas de Anonymous intentaron hacer todo el ruido posible. El caso es que todos los embajadores de la UE en Japón, salvo los de Chipre, Estonia, Eslovaquia, Alemania y Holanda han firmado el ACTA.
El Parlamento Europeo tiene aún que decidir si ratifica la firma del tratado o no. Recordemos que ACTA es un tratado impulsado desde el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América y tiene la bendición del Obamesías (aunque no se haya ratificado en el Senado todavía), que no sólo aplica penas de carcel a los delitos de la propiedad intelectual, si no que ilegaliza el mero hecho de saltarse una protección.
En Bruselas, el escuadrón de tanques a favor de ACTA lo lideran los señores Barroso y Van Rompuy. Y esta vez no será en alguna comisión como agricultura. Está siendo en la Comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo (DEVE), “debatiendo” (o mejor comentando) un informe del liberticida digital euroescéptico checo Jan Zahradil.
ACTA funciona así. Si compramos un libro electrónico que incluya esquemas DRM y solo podamos leer en un dispositivo (un libro comprado en Amazon sólo puede leerse en un Kindle), por el mero hecho de intentar pasarlo a nuestro ordenador para leerlo ahí, estaremos cometiendo un delito penado con cárcel. No hay que olvidar que el libro lo hemos pagado, y es nuestro.
Desde La Quadrature du Net han mandado una carta a los miembros del Comité DEVE del Parlamento, en que les informan del proceso seguido para la negociación del tratado basura ACTA, mediante secretismo, sin debate público, ni consultas, ni nada de nada, y que lo hayan hecho funcionarios no electos en nombre de todos los ciudadanos de la UE.
También tienen una página en que se detallan acciones a realizar por nosotros, ciudadanos y contribuyentes, para intentar parar este atropello al sentido común. En ella nos invitan a llamar a los miembros del comité para hacerles saber que:
ACTA convierte a los proveedores de servicio en la policía privada del copyright y les responsabiliza de las acciones de sus clientes
Que impone sanciones penales (carcel) de forma poco clara y por conceptos muy vagos
Que la aprobación de ACTA ha pasado por encima de todo proceso democrático, negociándose a espaldas de ciudadanos y de todos los miembros del parlamento Europeo
Hay que exigir explicaciones a “nuestros” representantes en Bruselas y Madrid. A Soraya además le tenemos que preguntar por la ley de transparencia.
via nacionred