Sol, playa y putas.
A pesar del crecimiento económico, la pobreza se estanca:
Finalmente, no podemos olvidarnos del problema de las desigualdades derivadas de situaciones de paro, bajos salarios, precariedad laboral, insuficiente nivel educativo, etc. Son la otra cara de la moneda: el crecimiento económico no alcanza a todos, es un crecimiento desigual tanto en lo personal como en lo sectorial.
Según datos de la última “encuesta de condiciones de vida” del INE, el 21,6 por ciento de la población española vive por debajo del umbral de la pobreza. Es decir, sobrevive con unos ingresos inferiores a 8.500 euros/año. Además, EUROSTAT nos alerta que España es uno de los países centrales europeos en los que más ha crecido esta población en riesgo, siendo acompañado este hecho con una menor inversión pública en protección social que en el resto de la UEM: todo un despropósito. España viene dedicando a estas políticas sociales una inversión en torno al 17,0 por ciento del PIB, por debajo de 20,0 por ciento de la Eurozona.
A pesar del crecimiento económico, la industria se reduce, el I+D se ignora y que tu superior directo no tenga ni puta idea / no sepa hacer el trabajo que tu desempeñas, es la norma.
España ha perdido peso industrial. Uno de los sectores más importantes de la Economía Española está rezagado, no llegaremos a los objetivos de la UE/2020, tener un peso industrial no inferior al 20 por ciento del PIB. La propia estructura del Gobierno de España deja a la Gobernanza industrial sin ministerio, o a lo sumo con un Ministerio compartido.
Estamos delante de la IV revolución industrial y no se percibe una preocupación primaria por los retos que ella comporta. Industria más Energía representan un 18 por ciento del PIB (20/21 por ciento de media de la UE). Alemania por ejemplo, 25,5 por ciento: estamos muy lejos de este registro.
El sector exterior siendo importante en volumen exportador sigue restando su saldo exterior peso al crecimiento de la Economía Española (aportación al crecimiento de -0,5 puntos). El crecimiento de las exportaciones, importante, sigue siendo insuficiente para compensar el volumen de importaciones.
Pese al crecimiento económico, el currela de siempre, ni lo nota:
Finalmente, no podemos olvidarnos del problema de las desigualdades derivadas de situaciones de paro, bajos salarios, precariedad laboral, insuficiente nivel educativo, etc. Son la otra cara de la moneda: el crecimiento económico no alcanza a todos, es un crecimiento desigual tanto en lo personal como en lo sectorial.
Según datos de la última “encuesta de condiciones de vida” del INE, el 21,6 por ciento de la población española vive por debajo del umbral de la pobreza. Es decir, sobrevive con unos ingresos inferiores a 8.500 euros/año. Además, EUROSTAT nos alerta que España es uno de los países centrales europeos en los que más ha crecido esta población en riesgo, siendo acompañado este hecho con una menor inversión pública en protección social que en el resto de la UEM: todo un despropósito. España viene dedicando a estas políticas sociales una inversión en torno al 17,0 por ciento del PIB, por debajo de 20,0 por ciento de la Eurozona.
¿Y qué es lo que ha crecido?
Nuestro patrón (modelo) de crecimiento sigue mirando al sector terciario (con preponderancia del sector turístico). El grado de tercialización de la Economía Española es muy alto (nos acercamos al 70,0 por ciento), pero con un sector industrial rezagado (18,0 por ciento del PIB) y no acorde con el territorio y población de España.
Sol.
Playa.
Y putas.
Hemos vivido un año más de los resultados de un crecimiento económico sin reformas en el tejido productivo y en el ámbito institucional. La política tecnológica y su consecuente reindustrialización no han sido abordadas, manteniendo el modelo de crecimiento altamente tercializado y muy dependiente del turismo. La capacidad productiva de la economía sigue sin estar ocupada, con una productividad media por debajo de nuestros principales competidores.
http://www.loyolaandnews.es/loyolaecon/ ... 19-y-2020/