Baile de cifras: España roza los cinco millones de parados
Todo es según el color del cristal con que se mira... o de las estadísticas que uno elija, claro está. Ayer, el Ejecutivo lanzaba las campanas al vuelo: la cifra del paro descendía por segundo mes consecutivo. Sin embargo, y pese al optimismo institucional, la situación del mercado laboral está lejos de seguir el guión oficial.
Si nos atenemos a los datos del Ministerio de Trabajo, nuestro país roza peligrosamente la barrera de los cinco millones de demandantes de empleo inscritos en el Servicio Público Estatal de Empleo (SPEE). Concretamente se sitúa en 4,9 millones, según los últimos datos oficiales. Cifra que, por otro lado, no es la publicitada por el Gobierno.
El discurso oficial concreta que la cifra de desempleados en junio es de 3,5 millones. Pero el millón y medio de personas inscritas en las oficinas del antiguo Inem y que el Ejecutivo excluye en su anuncio, se encuentra incluida en el colectivo de desempleados. De hecho, muchos de ellos cobran incluso la prestación por desempleo o el subsidio de paro y, además -lo más importante y por lo que se suele caracterizar a un parado- no tienen trabajo.
Desfase de subgrupos
El baile de cifras llega a tal punto que, si nos atenemos a los datos de Trabajo, el número de inscritos en el SPEE, lejos de descender, creció en más de 56.000 personas durante el mes de junio, todo lo contrario al anuncio realizado ayer por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero. El Ministerio de Trabajo anunció que el paro descendió en el sexto mes del año en 55.000 personas, un resultado que el propio presidente del Gobierno calificó como "uno de los mejores de la historia".
Pero, ¿a qué se debe este baile de cifras? Y, ¿por qué a ojos de Trabajo todos los parados no son iguales? Por un lado, sería necesario remitirse a la reforma que efectuó el antiguo ministro de Trabajo, Jesús Caldera. En febrero de 2008, el Ministerio excluyó de las listas del antiguo Inem a los desempleados que estuvieran realizando un curso de formación. Desde ese mes, en cuanto un desempleado inicia un curso de formación para acelerar su entrada en el mercado laboral, es automáticamente borrado de las listas de parados registrados y pasa a ser un parado oculto en el discurso oficial.
La exclusión de estos parados de las listas de desempleo se debió, según explicó Trabajo, a la regularización de los datos del paro con la Unión Europea. Pero las estadísticas de desempleo del Ministerio no se comparan con las del resto de la UE, ya que sólo llega a Europa los datos de la Encuesta de Población Activa realizada por el Instituto Nacional de Estadística (Ministerio de Economía). De hecho, los resultados de la EPA se distancian todos los trimestres de los del paro del Ministerio al ser superiores.
Otros colectivos excluidos
Otro colectivo que tampoco se tiene en cuenta en el número de parados que presenta el Ministerio son los demandantes de empleo con disposición limitada o demandantes de un empleo específico. Este colectivo alcanza los 194.711 parados. La razón por la que no se les considera parados como tal es que exigen un empleo para trabajar desde casa o en otra comunidad distinta a la que residen.
A estos colectivos se debe sumar el de demandantes de empleo no ocupados, donde se engloban los parados que buscan un empleo a tiempo parcial, inferior a tres meses, estudiantes menores de 25 años o que demandan su primer empleo. Todas estas personas que buscan también un trabajo no se incluyen en los 3,5 millones que anunció ayer el Gobierno. Si tenemos en cuenta que este colectivo roza los 300.000 parados y registró un incremento en junio de más de 10.000 personas, las estadísticas oficiales salen ganando otra vez.
Por último, hay que contabilizar los demandantes de empleo ocupados, tal y como los denomina Trabajo, que tampoco son parados registrados. Aquí se centra el mayor volumen. Son casi 900.000 personas las que están apuntadas al paro. La mayoría de este colectivo sí que son beneficiarios de la prestación por desempleo. Entre ellos, se contabiliza a los trabajadores que han sido incluidos en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de suspensión temporal y que durante los meses que están registrados en el SPEE cobran la prestación.
También se encuentran aquí los trabajadores con fijos discontinuos o los eventuales agrarios subsidiados. Un colectivo de demandantes de empleo que el Ministerio de Trabajo tampoco considera técnicamente como parados.
