Lo que su novia padece es exceso de masturbación.
Me explico, ante la falta de placer sexual o actividad recibida ella opta por el método clásico de los dedos, éstos todos sabemos al contacto repetido, acaban secando hasta las Tablas de Daimiel, cuando usted llega, iluso y confiado de que su pareja quiere una dosis de su pene, y le incrusta el falo, una, otra, otra y otra vez se produce lo que se llama "Espuma marítima de las costas de San Lúcar-Barbate", intenta lubricar pero le sale poco y a la vez se junta ese poco con la sensación de resquemor y sequedad, produciendo la tan desagradable nieve navideña.
De nada.