El Departamento de Justicia de Estados Unidos tiene sobre la mesa diferentes medidas para acabar con el monopolio de Google y la más ambiciosa y difícil de llevar a cabo es forzar la venta de algunos de sus activos, según coinciden en informar
Bloomberg y
The New York Times. Esta información trasciende una semana después de la publicación de una sentencia en la que el juez federal Amit P. Mehta resolvió que
Google violó la Ley Sherman y actuó fuera de la ley para mantener su monopolio en el mercado de las búsquedas online.
Si este proyecto sigue adelante, los activos de Google que tienen más números de formar parte del plan de desinversión del Departamento de Justicia son el sistema operativo Android y el navegador web Chrome. También se estaría considerando forzar la venta de Google Ads, la plataforma publicitaria de Google. Asimismo, se estudian opciones menos severas que incluyen obligar a Google a compartir más datos con sus competidores y una serie de mandatos para evitar que la compañía obtenga una ventaja injusta en productos de inteligencia artificial.
Otra medida que está encima de la mesa es forzar a Google a abandonar los acuerdos mediante los cuales se asegura que su buscador es el predeterminado en dispositivos como el iPhone. En este caso Apple sería una de las grandes afectadas a nivel económico, pues recibe unos 20.000 millones de dólares al año por este concepto. En su sentencia el juez Mehta puso en la diana este tipo de acuerdos y también mencionó la forma en la que Google usa el acceso a la PlayStore para que los fabricantes de móviles Android instalen sus apps por defecto.
Obligar a una compañía a desinvertir en un caso antimonopolio no es nada sencillo. A principios de siglo Estados Unidos intentó desmembrar Microsoft y el caso terminó consiguiendo que el gigante tecnológico pusiera a disposición de terceros de forma gratuita una serie de APIs. Quizás esto es lo que ahora conseguirá Microsoft, que podría tener acceso a los datos que cosecha Google para así mejorar su buscador Bing o tecnología de IA. DuckDuckGo sería otro de los interesados en un acuerdo de estas características.
La última vez que Estados Unidos dividió con éxito una compañía fue en los años 80 con el caso de AT&T, que se vio obligada a separarse de 22 subsidiarias. Mucho antes, en 1911, se resolvió la ruptura de Standard Oil en un movimiento que dio vida a compañías como Exxon y Mobil, que más adelante se fusionaron, así como BP y Chevron entre muchas otras.
Independientemente de si el Departamento de Justicia de Estados Unidos pide la ruptura de Google u otras medidas más laxas, el caso siempre terminará en manos de un juez. Por ahora lo único seguro es que el camino será muy largo. Para empezar, Google ya avanzó su intención de recurrir a la sentencia de Mehta por la cual fue acusada de violar las leyes antimonopolio. En caso de que el recurso no tenga efecto se valorarán las medidas a tomar para poner fin al comportamiento de Google y después el camino de la justicia seguirá.