Me pongo en el lugar de los estudiantes y les entiendo perfectamente. Me pongo en el lugar de los docentes y también les comprendo.
Los exámenes online, son una excepción a la regla de la presencialidad.
Cuando empezó el confinamiento se tuvieron que adaptar todos los exámenes al formato online y se produjeron incidencias. Por ejemplo pillaron copiando a varios alumnos que se habían montado un grupo de What'sapp o algo similar, y se pasaban respuestas. Este incidente motivó la apertura de expedientes, fue un asunto muy comentado.
https://www.vozpopuli.com/economia_y_fi ... 61310.htmlLa universidad prefiere prevenir las incidencias en los exámenes, a tener que sancionarlas.
Además, el examen presencial sirve también para hacer un control de identidad.
En los exámenes online en los que haya opción a hacer trampas, quien decida no hacerlas, es como si fuese un "tonto", ya que lucha con sus propias armas, mientras el resto llevará ventaja. Permitir o pasar por alto los fraudes hace daño a la moral del estudiante honrado.
Precisamente hace unos meses un amigo me preguntaba qué me parecía si hacía trampas en un examen online. Y me dijo que todo el mundo las hacía. Yo le aconsejé que no hiciese ninguna. Seguramente mi consejo parece tonto, pero os aseguro que es mucho más triste y humillante que a uno le pillen haciendo trampas, a recibir un suspenso merecido.
De todos modos, en la UNED siempre hicieron exámenes muy bien estructurados, con una parte objetiva, otra subjetiva, de tal modo que es difícil suspender si se ha estudiado.