El CTO de Facebook, Mike Schroepfer, ha
reconocido que el polémico
experimento psicológico llevado a cabo en 2012 se pudo haber hecho "de forma diferente". No obstante, el ejecutivo confirma que la red social seguirá realizando investigaciones "para mejorar Facebook", aunque con la precaución de hacerlo "de la manera más responsable".
Durante una semana del año 2012, Facebook manipuló las portadas de una pequeña muestra de usuarios para comprobar la influencia social del tono de los mensajes. Poco después de la publicación de los resultados del estudio, un antiguo investigador de la compañía denunció la
ausencia de límites y de procesos de revisión a la hora de activar experimentos en Facebook.
Schroepfer asegura que la red de Zuckerberg no "estaba preparada para la reacción que recibió el estudio" de 2012, pero reconoce fallos en la metodología. "Por ejemplo, debimos haber considerado otras vías no experimentales de hacer esta investigación", mientras que a la hora de publicar el estudio "debimos comunicar claramente por qué y cómo lo hicimos".
Tras entonar el
mea culpa sobre el escándalo, el ejecutivo ha asegurado la continuidad de las investigaciones en Facebook para mejorar la red social: "Creemos en la investigación, porque nos ayuda a construir un Facebook mejor". Schroepfer explica que "como la mayoría de las compañías de hoy en día, nuestros productos se construyen alrededor de amplias investigaciones, experimentación y pruebas".
A partir de ahora, las investigaciones de Facebook contarán con directrices "más claras", y en caso de que los experimentos incidan sobre "grupos particulares" o "contenidos profundamente personales" se aplicarán revisiones más estrictas. Estas revisiones correrán a cargo de investigadores de Facebook veteranos junto a integrantes de los equipos de ingeniería, privacidad y del departamento legal.
Del mismo modo, Facebook incorporará un programa educativo sobre sus prácticas de investigación dentro del entrenamiento obligatorio para todos los empleados de la compañía. Por último, Schroepfer promete una mayor transparencia de cara a la comunidad científica con la apertura de una
web dedicada a publicar resultados de las investigaciones.