Hola,
pues sí, es duro y muy difícil como ha empezado el 2012. Ahora mismo parece que estoy en una pesadilla, esto es lo que ha pasado:
A principios de diciembre mi padre de 65 años, totalmente sano, empieza a notar molestias y dolor de barriga. Le hicimos las pruebas y cuando lo llevamos al hospital comprobaron que tenía un tumor en el colon y había que operar. Uno, que peca de optimista, piensa que no es nada, sería extirparlo y fuera. Pero claro, cuando le hicieron el TAG y escáners comprobaron que el hígado estaba afectado al 90% con metástasis, y ya nos dijeron que tuviéramos pocas esperanzas. Aunque le operaron, cuando salió de quirófano aquel ya no era mi padre, es horrible decirlo pero así lo pienso. Cada vez tenía más dolores del hígado, y aunque no paraban de administrarle morfina, aquello iba cada vez a peor. Al tercer día de la operación, falleció. En total, ingresó el día 5 de enero y falleció el 21. Dos semanas horribles, que no le deseo a nadie. A mí todavía se me vienen a la cabeza todos esos momentos pero intento olvidarlos y quedarme con el padre con el que compartí toda mi vida, con mi mejor amigo. Tengo 32 años y desde pequeño que no había llorado. Siempre creía que sería fuerte para todo, pero esto hunde a cualquiera. Ahora me he quedado en casa, con mi madre que es la que peor lo está llevando (57 años, 40 de matrimonio) y al menos aguanta: va comiendo y durmiendo, aunque con pastillas porque si no no se puede tranquilizar. Siempre le digo que seremos fuertes, que estaremos ahí el uno con el otro, la verdad es que delante de ella no puedo derrumbarme. Menuda cabrona que es esta enfermedad, que ataca tan en silencio que ni defenderte puedes. Además del dolor, la impotencia de no haber podido hacer nada, ni luchar siquiere es tremenda.
Por si esto fuera poco, hace una semana en mi empresa se comunicó que habría un ERE en el que estaría afectado yo y unos 24 trabajadores más, es una consultoría política que trabaja con ayuntamientos, y estos ya se sabe que han cerrado el grifo. Yo, que tenía en el trabajo el pequeño asidero donde agarrarme y olvidarme de lo de mi padre, pues tampoco lo tendré. Sé que no es comparable y que ojalá yo hubiera tenido mil EREs antes de lo de mi padre. Pero es que se junta todo, y ahora mismo no ves salida. Tengo la convicción, tal como me dijo mi padre en el hospital, que tengo que ser yo ahora el que tire para delante en casa, ya que a mi madre solo le queda la pensión. La verdad es que tengo bastante ahorrado, y el paro me cubrirá mientras busque trabajo, que espero que no se eternice...
Os quería comentar todo esto porque a parte de que necesitaba contároslo, ya que son muchos años en este foro, sirivera como ejemplo para hacer una pequeña reflexión: disfrutad de la vida todo lo que podáis que es breve, e intentad ser felices y hacer felices a la gente que os importa. Cuando te pasan estas cosas, te das cuanta que en muchas ocasiones estamos enfadados con los demás por tonterías, como a mí me pasaba (conocidos, compañeros de trabajo, etc.). Vives en una burbuja tan cómoda, que crees que eso durará para siempre. Y no, antes o después la vida te da una ostia de este calibre y tienes que reaccionar.
Perdón por el tocho y gracias por leerlo.