«Estábamos paseando y vimos que aquí no vivía nadie y que todo estaba abierto, así que decidimos instalarnos», narra uno de los nuevos inquilinos
Varios miembros de las familias que han trasladado ilegalmente su residencia a los apartamentos de Mijas. F. JÍMÉNEZ
Apenas unos kilómetros separan la barriada mijeña de Molino de Viento de la zona residencial La Cala Hills. A un lado, 25 viviendas sociales habitadas por una media de tres familias por piso. Al otro, un complejo de 34 apartamentos de dos dormitorios con áticos y amplias terrazas, garaje, recinto cerrado con jardines, piscina,... y vacío. Una ocasión que ha sido aprovechada por una treintena de familias de etnia gitana para ocupar la urbanización Golden Hills, cuya construcción se paralizó hace algo más de dos años después de que el promotor fuera embargado, de forma que la promoción -prácticamente acabada- pertenece ahora a una entidad financiera.
La ocupación tuvo lugar la tarde del domingo. «Estábamos paseando y vimos que aquí no vivía nadie y que todo estaba abierto, así que decidimos instalarnos», narra uno de los nuevos inquilinos. En total, rondan las 150 personas, pertenecientes a jóvenes familias con varios hijos a su cargo. «Los mayores se han quedado en Molino de Viento y los más jóvenes nos hemos venido aquí», afirman. Reconocen que su actuación no es la más correcta, aunque la justifican aludiendo a la necesidad de contar con «un techo para vivir». «Muchos de nosotros estamos viviendo con nuestros padres, hermanos e hijos, y así no se puede estar», añaden.
Justificación
Antes de proceder a la ocupación en masa, quisieron advertir sobre sus intenciones. Para ello, mostraron a las patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil que desde entonces merodean la zona un escrito que aseguran haber presentado en los juzgados de Fuengirola, en el que figuran los nombres y DNI de 33 personas. En este documento exponen que tras visitar las viviendas y comprobar «que se encuentran abandonadas, con las puertas destrozadas, sin luz ni agua y los baños destrozados», han optado por ocuparlas. Un documento cuya credibilidad ha sido puesta en duda por la Policía Local, ya que no figura ni el número de registro ni el sello que acrediten su presentación en un juzgado.
Sin embargo, para estas familias resulta más que suficiente para seguir adelante. Por eso continuaban ayer con la mudanza sin reparo alguno pese al continuo ir y venir de patrullas de la Benemérita y la Policía Local desde que una llamada de un vecino les pusiera al tanto de la situación. «Mientras el juez no dé la orden, nosotros no podemos hacer nada, sólo estar pendientes de que no se produzcan incidentes», reconocía un agente.
Gestión municipal
En términos similares se expresaba ayer el alcalde de Mijas. «Mañana -hoy para el lector- vamos a ponernos en contacto con la Subdelegación del Gobierno para que establezca un protocolo de actuación porque estos hechos se exceden de las competencias municipales. En cuanto se establezca ese protocolo, actuaremos en consecuencia», avanzó Antonio Sánchez. Además, quiso dejar claro que las viviendas «no están abandonadas, sino embargadas porque no se llegaron a terminar», añadió el primer edil, que tuvo conocimiento de los hechos mientras se encontraba en Sevilla en una reunión de la ejecutiva del PSOE-A.
Ajenos al probable desalojo, los ocupadores se esmeraban ayer en adecentar las viviendas. «Los pisos están completamente abandonados y en muy mal estado, y mientras, nosotros en la calle», argumenta uno de ellos para justificar su actuación. «Estamos limpiándolo todo para poder quedarnos aquí», añade.
Entrar en la urbanización no les ha resultado demasiado difícil, puesto que los tres edificios que conforman el complejo carecen de vigilancia. Accedieron a los apartamentos incluso por la puerta principal, que en algunos casos estaba abierta, aunque también lo hicieron en otros a través de la terraza de los bajos, según ha podido saber este periódico.
La situación también ha alertado a los vecinos de esta zona residencial de Mijas Costa, próxima al núcleo urbano de Las Lagunas. Durante la jornada de ayer fueron muchas las llamadas registradas en la Jefatura de la Policía Local en las que los residentes del entorno mostraba su preocupación por el cariz que estaba tomando el asunto.
En fin, nada que añadir. Bueno si, ahora los echaran porque la gente es una RACISTA... (espero que se entienda la ironía)