Vendí mi colección física hace años tras una conversación con un amigo que me hizo reflexionar del sentido práctico de cambiar lo físico por lo digital.
La verdad es que ahora estoy mucho más contento porque lo físico se puede perder o dañar con mayor facilidad, implica más espacio, más inversión de dinero, cada vez que quieras ver una peli la tienes que buscar, sacar, meter, etc... Todos esos inconvenientes se los pasa por el forro un buen disco duro de 10 teras hasta arriba de pelis en alta calidad. Si encima tienes dos a modo de copia de seguridad, como es mi caso, tranquilidad absoluta.
Con respecto al formato físico se gana en todo excepto en vistosidad mobiliaria, ya que para un coleccionista friki siempre quedará chulo ver una biblioteca de películas en sus cajas originales. Pero me parece un argumento que poco puede hacer frente a todos los demás que están a favor del formato digital.
De todas formas, hoy en día con las plataformas tipo Netflix, HBO, Amazon, Disney, etc... Casi se hace innecesario tener una colección de este tipo salvo para los que somos demasiado enfermos del cine.