Obras maestras. El ir cambiando de personaje constantemente, los cambios de lugar y de horas (no es lineal en el tiempo), la ambientación, la trama tan cuidada, la variedad en las acciones (especialmente el 2) hacen de esta saga algo único. El 1 era tremendamente bueno, pero horriblemente difícil, lo que provocaba que mucha gente lo dejara por imposible. El 2 es mucho más asequible y variado, y tiene momentos igualmente sublimes. Para mí son lo mejor en el género por una razón muy sencilla: innovan, se arriesgan, y tanto llevas a un ciego con su perro, como de repente eres un niño de cinco años intentando sobrevivir en la situación más inesperada.