Fragmento de un sainete, La Casa De La Juerga de Pedro Muñoz Seca en 1906.
Tengo un borrico canelo,
más sabio que un profesó,
con orejas de ministro
y ojos de gobernaó.
Rebusna como si fuera ,
diputao ministerial,
y se come hasta el pesebre
como cualquier concejal.
Vaya un borriquillo
que en feria he comprao,
No hay en toa Sevilla
otro más juncal.
Mi borrico no se asusta
de los coches ni del tren,
y un tranvía, le hace gracia,
y un automóvil, también,
pero el pobre animalito
la otra tarde se encontró
á dos frailes de paseo
y casi se desbocó.
Yo quisiera que á mi burro
lo sacaran diputao,
porque me han dicho que otros
siendo burros han llegao.
Pero temo que de serlo
vaya a quedarme sin él,
porque como allí habrá tantos
no lo voy á conocer.
A ver si le encontráis similitud con alguna época mas actual.