Parece que esta ley no les ha salido rentable si sólo han sacado 150€ de ella. Veremos a ver con qué nuevo elemento de represión nos sorprenden luego. Sobre las declaraciones de la ministra de economía francesa, me parece bochornoso comparar internet con el agua corriente, como si no pudiéramos vivir sin él. Crear nuevas necesidades no es avanzar, es retroceder.