Johny27 escribió:alfon1995 escribió:Hoy han puesto mi capítulo favorito de Los Simpson, El Sustituto de Lisa. Este momento es uno de los más emocionatemente devastadores que jamás he visto en televisión. Pero todo el capítulo te pone la sensibilidad a flor de piel si empatizas con Lisa.
Podría escribir un pedazo de tocho sobre el amor que siento hacia esa obra maestra de episodio, pero ya lo he escrito muchas veces y no quiero volver a repetirme.
Por eso me parece a mi una mierda, porque para mi lisa me parece el cancer de la serie ya que odio que me den dosis de moral en una serie de entretenimiento, y veo a Lisa como la típica persona que siempre trata de joder la diversión a todos por tal de llevar a cabo su moral estricta.
Que gracia que digas eso teniendo de avatar a Nelson
Los Simpson tiene un personaje para cada tipo de personalidad, Lisa representa el intelecto, pero a su vez la soledad conlleva de él y el desprecio de los demás por ser alguien más profundo.
En este capítulo creo que se representa perfectamente el rol de su personaje, es cuando Lisa por fin encuentra a alguien de su altura, tras toda su vida reprimiendo sus sentimientos (se representa muy bien en el capítulo también en las conversaciones con su padre) por fin encuentra a alguien con el que poder desahogarse de forma sincera, poder hablar de esos temas que jamás podría compartir con otra persona, Lisa encuentra por fin una senda, encuentra la esperanza de seguir adelante, de que no está sola y existe gente como ella.
Pero no solo de Lisa vive el capítulo, también muestra la faceta más humana de Homer al final del capítulo, cuando consuela a sus hijos y siente una sensación aparentemente nueva pero realmente agradable y eso se representa en ese histriónico porte con el que anda por el pasillo tras consolar a Bart y más tarde devolverle su chupete a Maggie. Se muestra una faceta realmente tierna de Homer, pero sin recurrir a artificios, se aprecia natural, sincera e incomparablemente bella.
Y por otra parte está la historia de Bart, que es una sutil y deliciosa crítica de la demagogia con un final optimista (aunque pesimista para Bart) que simboliza que el intelecto supera al espectáculo.
Para mí es una auténtica obra maestra, me siento enormemente identificado con Lisa en ese capítulo, pero a su vez es fácil empatizar con una persona tan a priori estúpida como es Homer, porque los guionistas supieron dotarle de un alma verdadera, y más que a un personaje, veíamos ahí a una persona.
Para mí ese capítulo son los mejores 25 minutos que jamás he visto en televisión, y cada vez que lo veo la sensibilidad traspasa todo mi cuerpo hasta la superficie.
Los Simpson es muchísimo más que una simple dosis de entretenimiento, es arte y en todo arte está plasmada la percepción del mundo del autor. Tu le llamas dosis de moral, yo le llamo exteriorización de sentimientos.