Ha costado más de una década de trabajo y miles de millones de euros, pero finalmente
Galileo ya ha comenzado a ofrecer sus servicios de forma abierta a gobiernos, empresas y ciudadanos. El nuevo sistema de navegación europeo nace de la necesidad de tener una mayor independencia del conocido GPS, controlado por Estados Unidos.
Aunque el trabajo para poner los satélites de la red Galileo ha recaído principalmente sobre las espaldas de la Agencia Espacial Europea (AEE/ESA), la gestión de los servicios se realizará desde el cuartel general de la
Agencia Europea GNSS (GSA), situado en Praga, República Checa.
España está particularmente implicada en el proyecto, puesto que el
Centro de Servicios Europeo GNSS (GSC), que proporciona la interfaz entre el sistema Galileo y sus servicios abiertos y comerciales, está situado en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) de Torrejón de Ardoz, gestionado por Defensa.
Galileo ha sido concebido como un sistema principalmente civil abierto a usuarios comerciales y con posibilidades militares. Este ha sido precisamente uno de los motivos de su creación, y es que hasta su puesta en marcha la Unión Europea dependía del GPS estadounidense, creado inicialmente con propósito militar. La Unión Europea temía que Estados Unidos pudiera bloquear las señales de uso civil en caso de conflicto, haciendo necesario el desarrollo de una plataforma de navegación autóctona.
Los primeros dispositivos compatibles ya están a la ventaFrente al ya conocido GPS, Galileo ofrecerá una precisión muy superior, con un margen de error de un metro en navegación abierta y de tan solo un centímetro en usos comerciales (con cifrado de datos). Por contra, la precisión del sistema GPS se mueve en torno a los cinco metros.
Esto abre todo un nuevo abanico de posibilidades en cuanto al desarrollo de vehículos autónomos y el transporte terrestre de mercancías, que debería convertirse en una enorme fuente de ingresos según las proyecciones oficiales. Además, Galileo permitirá mejorar la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia.
Muchos de los últimos dispositivos móviles lanzados al mercado ya poseen el hardware necesario para recibir las señales de Galileo. Qualcomm fue uno de los primeros fabricantes en anunciar el soporte oficial, dando a conocer que los productos con un
chipset Snapdragon 435, 617, 625, 650 u 820 (o más modernos) podrán hacer uso del sistema de navegación europeo tras una actualización de software. Para el año 2018 todos los vehículos nuevos comercializados en Europa incorporarán soporte para llamadas de emergencia eCall, utilizando la red de satélites Galileo para enviar una señal de alerta a los servicios de emergencia en caso de accidente.
Actualmente Galileo cuenta con 18 satélites en órbita. La constelación final constará de 30 aparatos, que (si no hay nuevos retrasos) debería estar completada en 2020, alcanzando su máxima capacidad operativa.
Fuente: Sitio oficial de Galileo