Había una vez un perro que siempre iba a sentarse al desierto,
todos los días se sentaba en el mismo sitio,
y disfrutaba de ello
pero al cabo de un tiempo, un buen día,
comenzó a crecer un cactus en ese sitio,
y el perro al sentarse empezó a sentir molestias,
pero como eran pequeñas, aguantó,
el cactus siguió creciendo
y el perro volvía todos los días al mismo sitio
ha sentarse como de costumbre,
pero como le dolía empezó a aullar
y cada dia iba y se sentaba en el mismo sitio,
y aullaba y aullaba,
pero seguia yendo todos los dias a sentarse allí,
durante días, semanas, meses y años.
Pd. Este escrito es pura ficción, todos los personajes que salen en él son inventados, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia