Tal como informa el diario
El Mundo , este ha sido el caso de uno de ellos en un avión comercial en Bruselas, que, escapado de la jaula que lo retenía, se movió sigilosamente por debajo de las butacas de los pasajeros sin llamar la atención al más puro estilo agente secreto, para, una vez abierta la cabina por una azafata, entrar en aquella y amenazar al copiloto, a la vez que con las patas comenzó a manipular los instrumentos del avión. El comandante, viendo que no podía retener al minino, decidió solicitar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto más cercano, ya que estaban siendo atacados por un gato con intenciones desconocidas. El avión finalmente pudo aterrizar en el aeropuerto de Bruselas, y el gato fue reducido, suponemos que por las fuerzas especiales.
Como puede comprobarse, los peligros se multiplican en aviación civil, así que, a partir de ahora, cuando vuele, lleve una lata de atún o similar, puede que con ella consiga reducir a un nuevo tipo de peligro aéreo.
(Noticia sacada de
Escuadron69 )