El problema es que en VT1 y 2, aunque el ritmo fuera arcade, la sensación de jugar al tenis era simuladora. Lo que tenía era ritmo y pocos botones, pero uno se ponía a jugar al tenis como lo hace en la vida real. Los siguientes, que yo esperaba con muchísima ilusión, fueron arcades hiperfrenéticos y ya totalmente desquiciados hacia el lado más causal posible.
A ver si con lo del movimiento, kinnect y demás ofrecen algo renovado. Quizá ahí no importe que sean tan frenéticos, aunque yo desearía que tuviera el espíritu de VT2.