Lo siento mucho, pero os encanta hablar sin tan siquiera pensar un poquito en ponerse en su piel. Mi novia es Alemana, de Dresden (ciudad arrasada por los bombardeos) para más inri, y toda su infancia ha convivido con el muro de Berlín. Si os cuento cómo eran sus vidas, se os pondrían los pelos de punta.
No me parece bien este tipo de censura, pero al menos la intento entender sabiendo de primera mano lo que arrastran desde "la que lió el tal hitler".
Y esta clase de censuras salen por una absoluta falta de sentido común. Si mamá estúpida y papá retrasado, no le comprasen todo lo que el niño caprichoso pida, seguramente no pasaba, pero eso no va a ser así. Y el comerciante tampoco va a dejar de vender un juego porque entonces estaría perdiendo dinero, así que sólo queda ésto. El que realmente lo quiera, lo tendrá.
No os digo que lo aprobéis, pero al menos que intentéis entenderlo, y mirarlo desde otro punto de vista que no sea el vuestro.