Suele decirse que la política hace extraños compañeros de cama. Esto es aplicable no solo a la gobernanza, sino también a los enfrentamientos legales que en ocasiones protagonizan los gigantes de Silicon Valley y más allá. Buena prueba de ello es la inesperada asociación de antiguos enemigos que ha decidido prestar apoyo a Apple en su batalla contra Qualcomm por el uso de
módems ajenos en algunos de sus dispositivos.
Según informa
Reuters, la Computer & Communications Industry Association, un grupo de presión formado por compañías de intereses individuales tan enfrentados como Samsung, Intel, Microsoft, Amazon y Facebook ha salido en defensa de Apple ante las autoridades estadounidenses para evitar un posible embargo sobre las importaciones del iPhone en Estados Unidos, tal y como demanda Qualcomm aduciendo la infracción de sus derechos de propiedad intelectual.
Según esta organización, la
prohibición de importar el iPhone crearía "sacudidas significativas en la cadena de suministro" que redundarían en un perjuicio al consumidor. El comunicado oficial deja bastante clara la postura de
sus socios:
Qualcomm ya está usando una posición dominante para presionar a sus competidores y gravar productos rivales. Si el ITC proporcionara esta orden de exclusión, ayudaría a Qualcomm a usar su poder de monopolio contra Apple, permitiéndole subir los precios de los dispositivos de consumo.
Lo que está en juego es la disponibilidad de los iPhone y otros teléfonos a mejores precios. Pero aún más importante es el principio de la competencia abierta que ha sido históricamente importante para el éxito de la economía estadounidense. El ITC tiene que elegir entre recompensar un comportamiento anticompetitivo o rechazar esta petición contra el libre mercado y los consumidores.
Estas declaraciones han sido realizadas para su consideración por la Comisión del Comercio Internacional de EEUU (ITC por sus siglas en inglés), un órgano seudojudicial que debe valorar la decisión de prohibir la importación del iPhone. Qualcomm asegura que lo único que busca es que Apple pague las licencias correspondientes a seis patentes que estaría infringiendo con su teléfono. La firma de la manzana, que hace tiempo decidió utilizar en algunos de sus teléfonos módems de Intel en lugar de firmados por Qualcomm, afirma por su parte que la demanda no tiene otro propósito que forzar la adopción de tecnologías de Qualcomm.
Esta noticia sirve para ilustrar lo complicadas que pueden llegar a ser las relaciones entre las compañías de la industria tecnológica. Sin ir más lejos Intel y Microsoft han tenido algún que otro roce a cuenta de la
emulación de Windows 10 en procesadores ARM, una estrategia en la que Qualcomm participa como
socia de Microsoft. La relación entre Google y Apple, por su parte, es sobradamente conocida. Lo mismo sucede con Samsung, que a pesar de situar el Galaxy S8 como rival del iPhone 7 tienen una estrecha relación comercial con Apple que recientemente ha sido renovada con un contrato por el cual la firma surcoreana
fabricará las pantallas OLED del próximo teléfono de los de Cupertino.
Fuente: Reuters