Los internautas que hayan usado Google desde sus comienzos (no digamos ya quienes deban trabajar con él) seguramente estarán más que familiarizados con la forma en la que el buscador ha ido modificando su algoritmo con el paso de los años. No siempre ha sido a mejor, y prueba de ello es que actualmente muchas respuestas son contenidos estrictamente SEO, creados únicamente para posicionar. Lo que no estaba tan claro es que, además, el buscador modifica las búsquedas para colocar más publicidad, aunque sea a costa de reducir la calidad de las respuestas.
La noticia llega gracias a Megan Gray, asesora legal para la industria tecnológica, y asistente
al juicio que se está celebrando en Estados Unidos para determinar si el gigante de Internet está abusando de su posición en el mercado.
Según relata, uno de los detalles que han sido revelados es el uso del "emparejamiento semántico" en el algoritmo de Google. Dicho de otra forma, cuando un usuario busca algo en Google, el algoritmo modifica su consulta para añadir contenidos comerciales.
De acuerdo con una presentación exhibida por Google durante la vista pública, relata Gray, esta iniciativa recibe el nombre de Project Mercury y nació bajo la orden de buscar dinero "hasta debajo de los cojines" durante un periodo en el que el liderazgo de Google vio que el número de búsquedas con publicidad estaba cayendo de forma acusada. Como respuesta, ahora Google inyecta los anuncios de forma proactiva.
Gray facilita un ejemplo bastante esclarecedor: si por ejemplo alguien busca "ropa para niños", Google cambiará internamente la consulta a "MARCA-ropa para niños" y mostrará resultados que no tendrían por qué ser los más relevantes, incrementando aquellos relacionados con el comercio online en desmedro de otros más estrictamente informativos. No hay forma por parte del usuario de evitar este comportamiento. Para Google es un negocio redondo, puesto que sirve más anuncios al usuario final y promueve la compra de anuncios para que las marcas compren más publicidad que sus rivales.
Cómo el algoritmo de Google funciona para mostrar resultados económicamente beneficiosos y no necesariamente relevantes o útiles es solo una de las revelaciones sobre la industria que se han hecho públicas gracias al juicio. Otras han sido que Microsoft estuvo dispuesta a asumir la pérdida anual de 15.000 millones de dólares con tal de que Apple usara Bing en lugar de Google en sus productos y que,
según afirma Satya Nadella, Apple no se atreve a
cambiar de proveedor de búsquedas porque teme que entonces Google promueva de forma agresiva sus propios productos en perjuicio de los de Apple.
Fuente: Wired