Google quiere ser Uber y Uber quiere ser Google, o algo así. El caso es que
ambas compañías parecen querer entrar en el “negocio” de la otra. Los de Mountain View podrían estar más que interesados en un servicio de taxis autónomos. Lo mismo que Uber, quienes estarían construyendo un espacio para el desarrollo de este tipo de vehículos en su negocio. De convertirse en realidad ambos movimientos, los más perjudicados podrían ser los taxistas.
Si hasta ahora Uber había tenido que lidiar con las
regulaciones de muchos países, litigios de conductores o mala prensa, ahora podría ser mucho peor. Nada menos que uno de sus mayores inversores, Google (invirtió 258 millones de dólares en la compañía), estaría en situación de convertirse en competencia.
La noticia habría sido confirmada a Uber a través de David Drummond, vicepresidente senior de desarrollo corporativo de Google. El directivo habría comunicado a la
startup que su compañía trabaja en un sistema de taxis a través de una aplicación, un sistema en el que se incluirían los coches autónomos que desarrolla el gigante tecnológico.
Por otro lado, Uber a su vez estaría desarrollando toda una
planta de investigación con el fin de montar coches autónomos para su servicio de negocio. Un esfuerzo que se están tomando muy en serio, si tenemos en cuenta que han contratado a más de cincuenta ingenieros del Centro Nacional de Ingeniería robótica del país.
Veremos si ambas partes al final acaban compitiendo. Por parte de Google sería un esfuerzo aún mayor por revolucionar el mundo del transporte, sector en el que han invertido mucho dinero y esfuerzo (desde Google X) en el desarrollo de sus
coches autónomos.
Por parte de Uber, un motivo más de
preocupación, incluso construyendo ellos mismos una nueva flota de coches autónomos. Competir con el gigante de las búsquedas (e inversor de tu negocio) no parece la mejor opción, más aun si tu sistema de navegación en
smartphones está basado en Google Maps.