Teniendo en cuenta el final de año que se nos viene encima en títulos de conducción hacen bien en dejarlo para el año que viene, porque no se iba a comer un mojón.
El juego todavía puede mejorar mucho, empezando por darle vuelo y movimiento a los guardabarros de los coches que los llevan; que estén todo el rato rígidos y tiesos (no quiero utilizar otra palabra que se me viene a la mente...) queda muy cutre.