"Era un plan perfecto para el banco. Sacar del mercado casi 80 adosados devaluados, esperar a que pasase la crisis y entonces intentar venderlos a precio de oro. El desastroso resultado lo tenéis a continuación: (las fotos están en la fuente)
La Comunidad Valenciana ha sido una de las comunidades en las que en tiempos de bonanza más se construyó. Solemos asociar el frenesí constructor con la costa, pero lo cierto es que el fenómeno fue más amplio, llegando hasta pequeños pueblos donde el número de construcciones nuevas rozaba lo absurdo, teniendo en cuenta los habitantes que residían en los mismos. Como disculpa, podemos decir que las promotoras en un alarde de imaginación, consideraban a la mayoría de estos pueblos como prácticamente costeros, o por lo menos era como vendían los inmuebles a sus clientes extranjeros. No tenían reparos en promocionarlos como adosados de alto standing a 20 minutos de la playa. La realidad es que eran adosados de tamaño más bien escaso, y la playa, en el mejor de los escenarios estaba a 3 cuartos de hora."
Fuente y fotos
http://mientrastantoesperando.blogspot.com.es/2013/08/adosadosbanco.htmlRealmente el daño lo asume la sociedad. Si se hubieran rebajado de precio drásticamente al ver que no se vendían, muchos adosados estarían vendidos. Y en el peor de los casos (para el banco) podrían haberlos ofrecido con un alquiler social y en unos años recuperarlos con un precio más justo, a buen seguro, mucho mejor conservados.