Para guardar partidas se necesitaba algún tipo de memoria de escritura, ya fuera en la propia consola (Mega-CD, PC Engine CD), en un periférico destinado a ello (Tennokoe 2 de PC Engine), en el cartucho (la tenían algunos juegos de NES en adelante) o en otro tipo de soporte admitido por algún puerto de la consola, como las memory cards (si bien la primera consola en usarlas fue la Neo-Geo AES, se popularizaron enormemente a partir de la generación de 32 bits).
Creo que el primer juego en hacer uso de la capacidad de salvar partidas fue el primer Zelda en su versión Famicom Disk System (1986), donde, al estar el juego en formato diskette, era posible reeescribir los datos de la partida.
Los emuladores lo que hacen es salvar estados justo donde se lo indiques ("savestates"), y para ello crean archivos de guardado por separado. En su época esto no se implementaba no sólo por la necesidad de incorporar memoria antes mencionada, sino, supongo, que por la mayor complejidad que entraña y por no dar pie a hacer "trampas" en el juego.