El gobierno no ha dicho que quiera eliminar las comisiones en los cajeros, lo que ha dicho es que no se pueden cobrar dos comisiones por el mismo servicio. Por sacar dinero de un cajero ajeno se pueden cobrar dos conceptos distintos, pero solo uno de ellos: por un lado la tasa a la entidad emisora de la tarjeta, que puede decidir repercutirla luego en el cliente o no, y la comisión directa al cliente por usar un cajero de otra entidad.
Hasta ahora, si un cliente de ING quería sacar dinero de un cajero de Caixabank, se aplicaba la tasa a ING, y éste la absorbía sin que el cliente viese nada. Lo que quiere hacer Caixabank es no cobrar a ING y pasarle la comisión al cliente, que entonces sí verá el cargo y tendrá que solicitar expresamente a ING que se la condone. Aunque al final el resultado económico sea el mismo, la percepción del cliente es muy distinta en cada caso.
Los grandes bancos ven su red de cajeros como un factor diferenciador respecto a la competencia, y por eso se plantean estas medidas para que el beneficio de su inversión sean fundamentalmente sus propios clientes.