Mira Bob Dylan, Hendrix, Lou Reed... grandes genios que no sabían cantar, y no tenían la típica voz bonita. Pero encontraron una voz particular, y de tanto escucharla, hasta pasan por buenas veces, porque tienen personalidad.
Desarrollate una manera de cantar, que sea tuya (con las lógicas influencias) y llévate las canciones a tu terreno, y no al revés.
Por ejemplo escucha la trillada Wonderwall de Oasis... y luego escucha la magnífica versión que hizo Ryan Adams. Verás como la cambia.