El "Compact cassette" que es una patente de Philips, inicialmente sólo tenía el objetivo comercial de servir para grabar voz, con una calidad suficiente para fines domésticos. No se esperaba que tuviese usos más refinados; pero el formato se fue perfeccionando y al final llegó a ser un soporte capaz de ofrecer alta fidelidad. Philips desarrolló en los noventa su sucesor: el
Digital Compact Cassette (DCC) el cual grababa en digital y además era compatible con el cassette tradicional, pero no cuajó. Posiblemente ni hayáis oído hablar del DCC.
Lo esencial del cassette es que se trata de una cinta magnetofónica 1º)
de baja velocidad por lo que con mucha menor cantidad de cinta se conseguía la misma duración; y 2º)
de alta remanencia magnética lo que permitía que la cinta se pudiese grabar y reproducir a una velocidad muy baja para la época (4,8cm/s) en comparación con las cintas de carrete abierto, que necesitaban velocidades altas para conseguir un buen resultado.
La gran ventaja del cassette está en que con unas dimensiones muy pequeñas, y una longitud inferior de cinta magnética, se puede ofrecer un disco entero, con la cara A y B. Había cintas de 15 minutos (para uso de microordenadores, por ejemplo) de 30, de 45, de 90 y hasta de 120 minutos; pero las más populares eran las de 60 y 90. Con una de 90 podías grabar un disco entero en cada cara.
Un problema técnico que puede tener una cintas de cassette es el de generar "preecos": al ser cintas de alta remanencia, se puede producir un efecto que consiste en que, antes de que empiece una canción, oyes algo muy bajito de esa canción o de la que está en la otra cara. Es un efecto de magnetización no deseado, que no se produce en las cintas de bobina profesionales.
Al tratarse de cintas que corren a baja velocidad (4,8 cm/s) se desarrollaron distintas emulsiones magnéticas, con características diferentes, para mejorar la calidad. Así, la cinta de dióxido férrico (Tipo I), dióxido de cromo (tipo II), Ferro-cromo (extinguida, tipo III) y posición metal (tipo IV)
Curiosidades:
- TASCAM desarrolló a fines de los setenta una grabadora multipista basada en el cassette doméstico, pero modificando la distribución de canales, de tal modo que podía grabar 3 o 4 pistas simultáneamente, con un cabezal especial no estándar. Con una "Portaestudio" TASCAM Bruce Springsteen grabó su LP "Nebraska". además el disco comercialmente editado es exactamente la maqueta que grabó en su Portastudio, no una producción discográfica.
https://tascam.com/us/support/news/481Fuente: https://medias.audiofanzine.com- Las cintas de cassette de más alto grado, nivel profesional, que se fabricaron, y que actualmente son objeto de coleccionismo, son la TDK MA-XG y la Sony Metal Master. Hay quien considera superior el modelo de TDK al de Sony pero en mi opinión ambas cintas juegan en la misma liga. Sin embargo el prejuicio a favor de la TDK estaba tan extendido que al final las Sony Metal Master se podían conseguir más económicas que las TDK. Aún así, estamos hablando de que una Sony Metal Master de 60 minutos costaba entre 6 y 8 euros. Y ese era un buen precio, suponiendo que la encontrases a la venta, porque era un modelo raro de ver en tiendas.
La Sony Metal Master, posiblemente, una de las mejores cintas de cassette de metal jamás fabricadas
Por poner un término de comparación para quien nunca grabó en analógico: grabar un concierto en directo en una TDK MA-XG o una Sony Metal Master es equivalente más o menos a grabar hoy a 24 bits y 96 Khz de frecuencia de muestreo.
La característica sorprendente de estas cintas de alta gama es que podías grabar a un nivel que haría distorsionar a otras cintas, pero éstas, seguían grabando con nitidez. Su "umbral de la distorsión" estaba alto, lo que permitía grabaciones brillantes.
Si pusiéramos una buena grabación hecha en una de estas dos cintas, nadie sospecharía que se trata de una humilde cinta de cassette doméstico. Podría pasar por una grabación de un Studer Revox de bobina abierta. La TDK MA-XG y la Metal Master de Sony llevaron el soporte cassette a un nivel de calidad sorprendente.