DEP
Ahora, aunque sea momento de alabanzas, hay que decir que por muy bueno que fuese, objetivamente y también viendo sus audiencias, tenía cierta tendencia al cansinismo y a gustarse que tampoco podemos olvidar. Una cosa es no tirarse al cuello, y otra ponerlo como un Dios.
Que por cierto, muchos que le aplauden y le lloran están en TV no sólo gracias a él sino a costa de él. No me gusta la manía de apartar a la gente "más mayor", ya no se le veía, como no se ve casi a Carrascal, Gabilongo, JL Balbín, RM Mateo... y pronto a Matías Prats.