La saga Civilization es de sobra conocida y aunque ha recibido varias entregas y expansiones hasta nuestros días, su premisa básica sigue siendo la misma. A través de un juego de estrategia por turnos, debemos dirigir una civilización desde la prehistoria hasta el futuro próximo, tomando decisiones como donde construir nuestras ciudades para que sean prosperas o aprovechar recursos limitados cercanos o que conocimientos y tecnologías desarrollar en un inmenso árbol que va desde aprender la escritura o la agricultura hasta tecnologías aeroespaciales o nuevas energías ecológicas. Las decisiones no terminan aquí, en el ámbito interno tendremos que decidir que edificios o unidades construir, los edificios proporcionan multitud de ventajas como defensivas, contento de la población, mejorar la recaudación, etc. También a medida que vayamos avanzando en conocimientos podremos elegir cambios de gobierno, cada no con sus ventajas y contratiempos como el feudalismo, monarquía, república, fundamentalismo, comunismo, etc. En el ámbito exterior hay todo un juego de relaciones con otras civilizaciones que nos permitirá declarar la guerra, hacer la paz, firmar alianzas, intermcabios comerciales o científicos, exigirles tributos a cambio de no hacerles la guerra, etc.
En esencia, con mayor o menor variedad de opciones, unidades o descubrimientos, todos los Civilization ofrecen esto y esta segunda también. En PC el juego ofrecía campañas basadas en hechos históricos, activar el modo trampas en cualquier momento y creo recordar que una mayor amplitud de opciones a la hora de configurar la partidas. Mi primer contacto fue con la versión de PSX y caí totalmente en su adicción, literalmente es un juego infinito si te gusta la estrategia por turnos, cada partida puede durar decenas de horas (hay varias formas de ganar, pero permite continuar eternamente si se quiere) y sobre todo, cada mapa y partida son totalmente diferentes. La historia te la imaginabas tú, hoy podías estar forjando el imperio japonés que arrasó con todas las civilizaciones conocidas antes de la edad medieval y al par de semanas podías estar viviendo la traición al tratado de paz que firmaste con los Celtas y que a la desesperada, por no contar con demasiado ejercito por enfocarme en la ciencia y la paz, jugartelo todo a un ataque frontal y rápido a su capital. Tras tomarla, provocarles una guerra civil que termina con la división de sus ciudades en dos civilizaciones: Vikingos y obviamente Celtas.
La versión de PSX no contaba con el modo trampas ni campañas históricas y el desarrollo de los turnos a medida que se iban acumulando más ciudades y unidades en el mapa eran más largos que en un buen PC de la época, pero esto sólo pasaba si elegías un tamaño de mapa grande, el máximo nº de civilizaciones posibles y avanzabas bastantes turnos en el juego sin ganar. En todo lo demás, era una versión muy fiel al original con todo su contenido a nivel de desarrollo científico, opciones diplomaticos, variedad de unidades, etc. Y por un milagro de nuestro señor, llegó traducido al castellano, de no ser así, por su inmensa cantidad de texto e información, hoy este post seguramente no existiría.