Un FPS de corte Doom clásico aparecido en 1996 y con el eslogan excesivamente pretencioso de
La madre de todos los shoot'em ups. Quizás sea aconsejable empezar contando que este juego inició su desarrollo para 3DO, de hecho por lo que he leído las demostraciones jugables para buscar editor del mismo se hicieron en ese sistema. Tras el fiasco comercial de dicha consola se decidió portearlo y lanzarlo en exclusiva a la consola de Sony. El port funciona fluidamente y de maravilla, pero tendrá una niebla que sin ser de las peores que he visto en esta generación, es innegable que está ahí.
Como decía, el juego es un shooter clásico y eso implica controles sencillos donde la altura a la que se encuentren los enemigos no afectará a la hora de apuntar. Lo cierto es que he filtrado ya bastantes juegos en primera persona de la primera hornada del sistema porque sus controles eran demasiado incómodos para mi gusto, sin embargo este Disruptor es conocedor de sus limitaciones jugables y sabe poner la acción en pantalla de tal forma que el juego siga siendo un reto, pero sin tener que romperse los dedos con el control. Ahora bien, Disruptor tiene su pequeña nota de originalidad al incluir junto con las armas de fuego, un pequeño arsenal de poderes psíquicos, algo que ya había hecho System Shock en 1994 sino recuerdo mal; pero no era una mecánica muy explotada por entonces.
Las mecánicas serán las típicas de disparar primero y preguntar después mientras exploramos las doce fases para encontrar la salida. Otra cosa que llama la atención, en relación con otros juegos en primera persona de esa época, es la variedad de niveles y enemigos como pequeños drones, robos con sierra, androides mecánicos, bombas con temporizador que nos persiguen, etc. Y la historia, de la cual no me he enterado de la mitad porque se narra con actores reales en inglés, tiene pinta de ser la típica trama futurista donde somos un militar muy patriota que hace lo que se le ordena hasta que descubrimos la trampa.