Escrito originalmente por congrio7 La grandeza de HG (o de sus concursantes) es que no van con medias tintas. Son autenticos. Van a lo que van y no se esconden. A divertir, a entretener, sin ninguna prestension mas. HG es como el coliseo romano y Potxolo, Yola, Tamara,... los gladiadores. HG es como un circo. Y los concursantes los que participan en el, son lo que hace tiempo fueron los gladiadores, o los bufones de las cortes,... los que hacian reir y entretener al pueblo llano. No lo digo en sentido peyorativo hacia ellos, mas bien al contrario. Porque creo que hay que tener mucha capacidad para hacer lo que hacen. Y ademas son valientes, porque en esta sociedad donde casi todos son politicamente correctos en obra, pensamiento, palabra y omision, ellos no.
Aunque me duela, tengo que darte la razón, porque la tienes, en ese punto al menos.
Gran Hermano nació con la vitola de experimento sociológico, un barniz que vino muy bien para camuflar, ante los más candorosos e ingenuos, al menos, un mamarracho de programa televisivo consistente en meter a diez retrasados mentales profundos (con hambre de meses, por cierto, pues lo primero que hacían era liarse entre ellos para luego follar como conejos) en una casa y grabarlo todo con cámaras.
Operación Triunfo nos vendió la burra de que era una especie de centro de alto rendimiento para artistas del mundo de la música en prroceso de formación, lo cual serviría para descubrir nuevos talentos musicales que limpiaran, fijaran y dieran esplendor al panorama musical español y, a ser posible, mandar al más cualificado a defender nuestro orgullo patrio a Eurovisión, esa Meca de la canción que tan hostil a sido siempre a España. Luego la cosa todo quedó en lo que ya se veía venir: una mierda en barril que sólo servía para meter a diez capullos en flor (sakura saku) en una casa (o sea, Gran Hermano 2) para que hicieran gorgoritos y así convertirlos en gilipollas prefabricados de las discográficas (que han puesto una pasta en el invento y algún rédito han de sacar, las pobres) y en gallinas de los huevos de oro. No hay más que ver que todos están en esa línea latino-machacatímpanos que tanto se lleva ahora, por motivos en los que prefiero no entrar.
Pero no: Hotel Glamour (¿Por qué lo llaman ahora Hotel Glam, por cierto? ¿Para abreviar?) es mierda sin adulterar, de la mejor calidad y sin complejos de ningún tipo. Los cerebros de Gestmusic (La Trinca) han descubierto que somos tan gilipollas que nos tragamos su bazofia aunque no se le den barnices supuestamente honorables. Debieron de reparar en ellos tras años llenándose los bolsillos con Crónicas Marcianas.
Creo que ya lo he dicho todo.