Hacía frío y avanzaba por el bosque, sin descanso, llevaba corriendo demasiado. Cada vez que boqueaba podía ver como su aliento se convertía en una nube blanca.
Sentía los aullidos de los lobos a lo lejos, intentó tranquilizarse, miró a lo lejos y solo veía enormes pinos laricios
Estaba todo helado y mirando al suelo solo veía blanco y negro, nieve y agujas negras, estaba todo perdido, el camino se había borrado.
Percibía las sombras acechándole detrás de los gigantes árboles. No, se dijo, no está todo perdido.
El corazón le palpitaba y comenzó a correr olvidándose de toda serenidad. Oía a los lobos acercarse, todo estaba perdido, no cumpliría su misión.
No podía continuar, estaba extenuado, se dejó caer al suelo, solo podía ver blanco y negro, cerró los ojos y...