Varios altos cargos del Gobierno español han sufrido ataques informáticos frustrados procedentes de Rusia y China. Según fuentes de ciberseguridad citadas por El País, la ofensiva se dirigió durante 2014 hacia los dispositivos personales de ministros y secretarios del Ejecutivo con el fin de rastrear e interceptar comunicaciones.
Las fuentes del diario señalan que los ministerios de Interior, Defensa, Asuntos Exteriores y Presidencia de Gobierno registraron las tentativas de agresión más complejas. Estos intentos de infiltración provienen de grupos a sueldo, coordinados y con alto nivel técnico.
El software malicioso utilizado en el ataque es capaz de infectar "mediante un engaño" (presumiblemente con tácticas de phishing) a todo tipo de sistemas Android, iOS y Windows. Los virus dirigidos contra el Gobierno español corresponden con algunas amenazas detectadas en otros países, incluyendo a los conocidos troyanos Uroburos, Energetic Bear, Dragonfly y Snake.
El País reseña que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha convertido en una prioridad a la defensa contra ataques informáticos. El organismo ha fichado a 50 hackers externos para reforzar la plantilla del Centro Criptológico Nacional (CCN) que trabajan en áreas de ingeniería inversa sobre malware.
"Rusia y China tienen intereses económicos y comerciales distintos a la OTAN", explica Félix Muñoz, director general de Innotec System, empresa colaboradora del CCN. "Rusia dispone de un conocimiento técnico muy elevado. China combina el uso de programas comerciales con los que consigue en el mercado negro informático".