De hecho, el juego se centrará en la tripulación del Spirit of Fire, una nave de función puramente colonial en su origen, que transportaba equipamiento y colones de la USNC, construida en 2573, pero que tuvo que ser remodelada en 2520 (cinco años que se avanzara en el plan Spartan II, para sustituir a los soldados Spartan) para añadirle armamento y que sirviera en la guerra. Gracias a su función original, está capacitada para llevar grandes cantidades de todo, lo que incluye vehículos como los clásicos Warthogs de Halo (los todoterrenos) e incluso tanques Scorpion. También hay que tener en cuenta que el hecho de que el juego se vaya a centrar en ese grupo nos puede abrir las puertas a nuevas situaciones, enemigos y demás nunca antes vistos en la saga... o también alguna especie que nosotros ya conocemos pero que los humanos de ese momento todavía no han tenido el disgusto de encontrarse.
Uno de los puntos en los que Ensemble Studios parece estar poniendo mucho énfasis, más allá del control, es en el aspecto gráfico. La verdad es que la tradición nos indica que los juegos de estrategia suelen ser algo modestos en su vertiente técnica (aunque últimamente hemos empezado a ver unas cuantas excepciones), pero en Halo Wars se va a contar con un potente motor gráfico tridimensional que les va a permitir mostrar escenarios y personajes con un elevando nivel de detalle, para las situaciones en las que la cámara se sitúe especialmente cerca de la acción. De hecho, parece que dentro del contexto bélico se quiere dotar a los personajes de cierta naturalidad a la hora de moverse y comportarse como individuos, aunque habrá que ver si este tipo de fruslerías se mantienen en la versión final para deleite de quienes amen los detalles.
Por el momento, sabemos que a la hora de plantear las estrategias vamos a contar con una buena variedad de unidades gracias a la aparición de múltiples vehículos como los que ya hemos visto en la trilogía original. De hecho, los soldados podrán no sólo emplear los vehículos para atacar, sino que las tropas a pie, por ejemplo, sabrán emplearlas como cobertura ante el fuego enemigo, de la misma manera que pueden buscar diferentes accidentes geográficos para usarlos a su favor. Todo esto dotará a las partidas de gran variedad, ya que por ejemplo el Covenant puede usar sus naves aéreas, ante lo que no nos quedará más remedio que emplear armamento antiaéreo. Incluso parece que será posible solicitar ayuda a las naves espaciales para que ataquen objetivos concretos en determinadas circunstancias.
Halo Wars va a llegar a Xbox 360 a lo largo del presente año, pero sorprendentemente todavía hay muchas cosas que no nos han enseñado para poder sorprendernos. Nos preguntamos todavía, por tanto, si podremos controlar no sólo al lado humano, sino también a los Covenant, y también cómo se planteará un modo multijugador que, a buen seguro, estará presente. De lo que no hay ninguna duda es de que el juego va a ser intenso, y con una historia absolutamente coherente con el universo Halo, pues la propia Bungie está colaborando activamente para construir el contexto y arco narrativo de este juego.
La gran pregunta es: ¿cómo fue la guerra antes del Jefe Maestro? Estamos ansiosos de tener la oportunidad de probar una versión avanzada de este juego que promete convertirse en uno de los referentes del género, y, desde luego, atraer a él a muchos apasionados seguidores de la acción intensa de Halo.