A los buenos días.
Resumen para vagos: Anoche ligué en el Metro con un tío de 40 tacos.
Extended version:
Pues resulta que me ha pasado otra cosa de esas que sólo me pasan a mí.
Volvía a casa anoche después de tomar algo con una compañera de trabajo. Eran las 9 y media o así, y me disponía a coger el metro para volver a casa.
Total, que llego al andén y, como es costumbre en Barcelona, estaba bastante concurrido así que me fui al final para estar más ancho. Situación: Mucha gente al inicio y en medio del andén, y un Ganondorf solito allá al final, entre tinieblas.
En eso, que veo allá a lo lejos a un señor de unos 40 años o así que no me quita ojo. "Coño, este no para de mirarme. Fijo que me conoce y yo no me acuerdo de él" pensé. Así que me quedé mirándole para intentar reconocerle. Pero nada, que no me sonaba...
Y seguía mirándome. Hasta me lanzó una pequeña mueca de sonrisa. "Debe ser el padre de un amigo". Le correspondí con un pequeño levantamiento de la mano, a modo de saludo. Que no se diga que soy un maleducado.
Entonces parece que al amigo se le abrió el cielo y vino hacia mí directo. Me soltó una frase que no se me olvidará nunca:
-"Hola, eres Sulfúrico, verdad?"
-"Emm... cómo dice?"
-"Digo que eres Sulfúrico, de esta tarde del chat. Habíamos quedado"
-"Hoyga, creo que se equivoca... que yo voy para casa"
-"Habíamos quedado para esta noche, y me has dicho que llevarías una chaqueta roja, no me digas que te rajas".
Y coño, es verdad, yo llevaba un chaleco rojo. Pero os juro que no quedo con cuarentones a través de los chats, eh?
Al final le convencí que yo no era y que siguiera esperando a Sulfúrico, que ya aparecería. Pero no se quedó muy convencido. Menos mal que llegó el Metro y me pude ir.
Joder... si hubiese sido una tía....