Pues en verano de 2009, volvía a mi casa en bici (soy inseparable de mi bici, hasta ese momento), porque había pasado toda la tarde limpiando la caseta de mi peña de las fiestas del pueblo. Comiendo regaliz mientras conduzco, nada fuera de lo normal. Me como el regaliz entero, voy escuchando música... y llego al paso de cebras con semáforo. Espero a que se ponga en verde para mí, y nada más ponerse veo que un coche conducido por dos viejecitos va aminorando, con lo que crucé de inmediato, pero el viejo no aminoró, me arrolló. Le dio a la rueda de alante de mi bici, provocando una gran hostia mía, que salí un poco disparada y me hice moratones por todos lados y la rodilla llena de sangre, como el codo. Acabé con collarín, pero no fue grave.
Pasé más miedo el verano pasado. Mis amigos y yo en el río. Mi amiga es bastante aventurera, le encanta el riesgo y sentir la adrenalina, y se sube a cualquier lado y se mete en cualquier sitio. Estaban todos jugando a las cartas, y ella y su chico se metieron en el río y se perdieron por ahí. Nosotros ya angustiados fuimos a buscarles, y estaban volviendo por un camino de tierra. Al rato me dijo: me aburro, vamos a dejar que nos lleve la corriente hasta abajo, y subimos por el camino de tierra por el que he vuelto con (nombre del novio). Me pareció divertido y me animé. Total, que nos dejamos llevar, nos lo pasamos genial, nos ponemos boca arriba y hablábamos mientras nos llevaba el río hacia el camino que ella decía. Pero qué mala suerte, eran las 7 de la tarde y soltaron agua de la presa del pueblo de al lado, y no nos dimos ni cuenta. De repente nos lleva el agua del río a mucha velocidad, y sube tanto el caudal que no vemos el supuesto camino de tierra. Están todos los caminos para salir del río bloqueados por ramas y arbustos. Empiezo a asustarme, no podemos seguir hacia abajo porque hay unos pozos naturales, pero no podemos salir del río, a no ser que lo hagamos a contracorriente. Al principio lo conseguíamos, pero empezamos a cansarnos muchísimo de la fuerza del río. Mi amiga tiene problemas con el azúcar, y el estaba dando un bajón. Yo muerta de miedo porque me da mucho respeto el agua.Cada vez que venía una ráfaga de agua nos empujaba contra ramas y troncos que había en el río. Al final a ella se le ocurrió ponerse delante de mí para apartar el agua, y yo sujetarla desde atrás y empujar, porque ella bloqueaba la corriente que me empujaba. Y al final lo conseguimos, llegamos medio muertas de cansancio, temblando, y mareadas, pero es una anécdota más.
Eso sí, ella sigue igual de arriesgada y yo igual de aventurera en ese sentido, porque adoramos la naturaleza y nos encanta subirnos a árboles, meternos en senderos extraños... un día me mato x'D