"...Si conseguimos el fútbol en exclusiva no sólo anulamos a los demás, sino que obligamos a todos a ponerse de rodillas ante la pantalla. Y si tenemos el fútbol en exclusiva, podemos hipnotizar a todos y podemos tener también la forma de comerles el coco con ideas políticas... Y si manejamos bien el tinglao, manejamos bien las masas. Y si manejamos bien las masas, manejamos las elecciones y manejamos el poder". Aquel fervorín de José Ramón De la Morena en "El Larguero" de la Ser, en pleno fragor de la batalla televisiva, se producía un 16 de abril de 1996. En aquellos tiempos no tan lejanos en la memoria, Antena 3 había conseguido hacerse con la "gallina de los huevos de oro" gracias a los contactos del fallecido Antonio Asensio, que había sido el más listo de la clase haciéndose con la exclusiva de los derechos televisivos de los clubes de fútbol. La jugada de Asensio dejaba a los pies de los caballos a Canal Plus, entonces gran apuesta del Grupo Prisa. De la Morena, encendido, quiso denunciar la maniobra del competidor de su grupo y, sin quererlo, acabó desvelando una realidad muy cruda: Los derechos del fútbol televisado, en exclusiva, son una fuente de ingresos y de poder tan grandes que, según él, obligan al personal a "ponerse de rodillas ante la pantalla".
Paradojas de la vida, la hemeroteca dejó mal parado a De la Morena. Su grupo mediático pasó a controlar la única plataforma que emitía los partidos, gestionaba los derechos y a su vez era patrocinadora de la Liga. Con Sogecable poniendo horarios y fijando partidos, José Ramón archivó en un cajón sus denuncias y actuó como un empleado fiel a los intereses empresariales de su cadena. En su día, José María García, visionario en esta cuestión de derechos televisivos, definió aquella tiranía televisiva en como "El Imperio del Monopolio". Después de años de hegemonía de Sogecable, el "sistema" pegó otro volantazo. Primero había sido la guerra Asensio-Prisa; luego el contencioso Vía Digital frente a Canal Plus y de aquellos polvos, por supuesto, vinieron otros lodos. Y esos lodos, con nombre y apellidos, fueron Jaume Roures. El patrón de Mediapro se hizo con los derechos de los clubes de fútbol, fue un palo en la rueda del Grupo Prisa y creó su propio cabal temático "Gol TV" para competir directamente con "Canal Satélite Digital". Roures convenció a Madrid y Barcelona a base de unos contratos multimillonarios, que colocaban a blancos y culés con ingresos de 140 millones de euros por temporada, una cifra récord en Europa y que les situaba en otra dimensión económica con el resto de sus competidores, que pasaban a ser meras comparsas. Gracias a esos dineros, la cacareada "Liga de las Estrellas" pasó a ser uhn sucedáneo de liga escocesa, una "Gran Mentira".
Hoy sabemos que Barça y Madrid jugarán el clásico el lunes, 29-N, por cortesía de Jaume Roures que, guste o no, ha ocupado el papel de Sogecable. Licita y legalmente, la empresa de Roures paga y hace de oro a merengues y azulgranas, así que poco o nada importa si los de Guardiola quieren jugar un domingo o si los de Mourinho no tendrán tiempo material para preparar el partido. Da igual ocho que ochenta que ochocientos cincuenta. Mediapro les financia y les engorda la cuenta bancaria, así que Mediapro decide. De manera unilateral y digan lo que digan los clubes de fútbol, impone su santa voluntad. Roures decide qué día y a qué hora se juega. Y ha decidido que será un lunes, previo "clink clink caja" en pago por visión. (¿Qué fue de aquel espíritu de la "Ley de interés general"?). El partido de los partidos, el del siglo y demás típicos tópicos, no coincidirá con las elecciones catalanas. Con esta decisión, los políticos de turno ya no tendrán coartada para denunciar que el derbi ha rebajado la participación, ni tendrán dónde esconderse si hay un alto porcentaje de abstención. De paso, los teatros estarán de enhorabuena y los hosteleros, harán su particular domingo en lunes. Eso sí, que nadie se engañe: El que paga, manda. Así que Mediapro cede el domingo para forrarse el lunes. Evita compartir audiencia en franja horaria con los programas especiales sobre las elecciones y, además, se asegura un "pico" récord con un "lunes noche derbi". El 29-N, como en su día dijo De la Morena, todos pasarán por taquilla y se verán obligados a "ponerse de rodillas ante la pantalla". País.
Rubén Uría / Eurosport