Simplemente los jugadores del Real Madrid se han asustado. Se han achantado. Han jugado con mucho miedo desde los primeros momentos. Y eso que empezaron sacando, pero parece que no valió de mucho.
Y eso nos vuelve a enseñar una curiosa lección de fútbol: nunca menosprecies la psicología. El Barça estaba motivadísimo. Y ha ocurrido lo que ha ocurrido: una sesión de sadomaso que incluía sexo anal en grupo, bukkake hasta llenar una piscina, hierro fundido en el glande, soplete en el vello púbico y demás lindezas.