La verdad es que aunque uno vaya dopado hasta las cejas, la técnica, la precisión... eso no lo mejora el dopaje.
El Barça está en un momento futbolístico digno de admirar, porque da igual que sea el Barça, el Levante o el Bayern: ver a un equipo jugar así, con tanta rapidez, precisión y técnica, es un auténtico placer para todo amante del FÚTBOL, así, con mayúsculas.
Se podrá odiar al Barça como institución; pero es imposible odiar su juego, imposible, si es que a uno le gusta el fútbol, claro.
El Barça, el equipo, sus jugadores, están en un momento histórico, da igual si ganan algo o no, ya que sólo verles jugar contra quien sea es ver una obra de arte continua sobre el césped.
Increíble.