El plan de Guardiola al desnudo
Mide los pasos y las acciones, el Barça es un espejismo, creemos estar ante un equipo vibrante y en realidad observamos un equipo lastrado. El equipo ya no es el rodillo de antaño, juega a ráfagas, desde el cuerpo técnico han frenado la máquina. No es casualidad que las revoluciones hayan bajado, las posibilidades del rival aumentado. Valdés ya no es inexpugnable y el equipo vive del miedo escénico que genera en los adversarios y la efectividad. Todo responde a un plan prediseñado, nada se deja al azar, el equipo está en fase de carga, volumen de entrenamiento, lo cual merma las posibilidades competitivas de un equipo que mira con ambición al futuro. En lugar de exprimir el presente, Guardiola quiere que su equipo vuelva a tener otra velocidad cuando vuelva la Champions y se afronte el tramo final, la fase en la que se definen los títulos.
En el análisis nos dejamos llevar por las sensaciones, se habla de un Barça imparable, pero fue antes de Navidad. El equipo ha tenido dos partidos puntuales de gran rendimiento, el partido de ida del Calderón en la Copa del Rey y el partido contra el Depor en el Camp Nou. Lejos de ahí, partidos ganados por momentos estelares pero partidos donde el rival tuvo sus oportunidades. La carga de entrenamiento aumenta, el objetivo es trazar un camino tridimensional, entrenamiento, rotación y competición combinado de manera inteligente tras un análisis del calendario.
Noticia excelente para el equipo, ganar cuando estás lastrado. El equipo busca ir partido a partido pero la preparación es ambiciosa, el Barça volverá a tener una marcha más a mediados de febrero, será cuando llegue la fase de descarga y compensación, cuando vuelvan los entrenamientos intensidad submáxima, corta duración y la velocidad como argumento para buscar picos de forma.
Guardiola busca que sus jugadores estén siempre entre el 75 -85% de forma, estar un pico más arriba o más abajo lo marcan los condicionantes individuales. La diferencia en liga es tal, que el cuerpo técnico busca darle una vuelta de tuerca a la condición física para aprovecharse de una fase de calendario marcada por muchos partidos en el Camp Nou en liga ante rivales menores y unas eliminatorias de Copa donde el objetivo no es otro que pasar.
Plan estructurado
Pep nunca reconocerá que el objetivo es el triplete, algo imposible ya que haciendo las cosas perfectas un detalle te hace perder. Lanzar las campanas al vuelo es el primer síntoma de debilidad, eso genera hambre en el adversario, permite la pérdida de concentración y se vuelve como una presión añadida. El éxito en el Barça es luchar hasta el final año tras año por los títulos, con un fútbol elegante, intenso, de presión y combinación, fútbol de calidad combinado con un título por año es el objetivo histórico desde que Cruyff convirtió al Barça en un club ganador habitual.
Guardiola quiere más, en enero el equipo entrena para llegar superior al final y terminar la temporada con la máxima garantía física. A la par, el equipo pasa rondas de Copa con rotaciones y en Liga deciden las individualidades, dígase Messi o Alves. El equipo tira dos veces entre los tres palos en el Sardinero para ganar, se duerme en el Reino de Navarra y con 15 minutos, como en Santander, voltea un resultado con una facilidad descomunal. Contra el Numancia, ritmo discontinuo, Messi y Alves desbordando. Todos los equipos tapan a Xavi y eso hace que la continuidad y fluidez del Barça se vea mermada.
El objetivo es dejar definida la Copa, terminar de sellar la liga antes de la Champions; el Barça aguarda un fallo del Madrid para despejar cualquier duda. Ambos, Madrid y Barça, juegan Champions, el ritmo frenético de partidos perjudica en la liga pero ahí tiene todas las de perder el equipo de Juande, juegan siempre los mismos. En el Barça la profundidad de banquillo es superior y si llegan con +15 cuando vuelva la Champions, la liga será suya.
Guardiola lo sabe, hablará de los últimos diez partidos, pero su plan es cambiar la rotación a finales de febrero. El equipo de gala para Champions, rotación en liga para dosificar la ventaja. Sueña con definir la Copa, quitar una fecha al calendario, definir la liga mientras el equipo entrena pensando en Roma. Todo va perfecto, el fútbol es caprichoso pero Guardiola tiene un plan para hacer historia a poco que los detalles le sean generosos.