Cada agresión son de 4 a 12 partidos e insulto grave (se lo han dado por insulto de los pequeños) de 4 a 12 también.
Si tenemos dos agresiones, que le han dado 4 + 4 (el mínimo) + el insulto que se lo han dado leve 2 = 10 que es lo que se ha llevado, pero se podía haber llevado hasta 38.
Y para completar y ya hacía tiempo que no pongo ninguno, un post de Futbolitis sobre esto:
La sanción (minúscula) de Pepe
Diez partidos, uno por la doble amarilla, cuatro por la agresión a Casquero, otros cuatro por el directo a la mandíbula del uruguayo Albín y por los insultos al cuarto árbitro. Lejos de ejemplarizar, la sanción es más que discutible. Un partido por la doble amarilla es lo único válido de un jugador que marca diferencias en lo futbolístico pero que ha tenido un ataque de ira que se podría considerar enajenación mental transitoria ya que el futbolista es una excelente persona, responsable con su profesión y preocupado por los valores humanos en las relaciones personales.
Doble agresión a Casquero, una acción continuada que no se quedó ahí, después hubo dos pisotones al capitán del Getafe mientras este estaba en el suelo. La sanción iba de cuatro a doce, la mínima posible. Algo está desajustado, ¿qué hay que hacer para que te metan 12 partidos? Supongo que no hacer daño es un atenuante pero nunca justificable para sancionar sobre mínimos. Error grave.
Llega el momento Albín, un puñetazo en toda regla. Cuatro partidos, los mismos que a Kluivert en aquel gancho a Cota en Vallecas. Parece que la sanción es la misma para ambos casos, la diferencia es que contra Kluivert fueron de oficio. Detalle este importante que abordaremos más adelante pero sin dejar de pensar que la agresión de Pepe a Albín tiene el mismo castigo que lo ocurrido segundos antes con Casquero. Comparar una y otra y establecer la misma sanción es ridículo. Cuatro acciones de violencia (dos patadas más dos pisotones) contra una (un puñetazo) y cuatro partidos. Establecer la misma sanción para ambas suena ridículo. Error grave.
Insultar nunca fue dañino, más fruto de la ira. La violencia si es grave, el insulto nadie lo escucha en la grada, tampoco en la televisión. El espectador lo supone o lo intuye, la violencia se ve, crea mal ejemplo. Un partido por llamar de todo al cuarto árbitro, también al línea que andaba por allí. Entrar en el terreno de juego es otro motivo de sanción aunque abría que sancionar al colegiado por no parar el partido y permitir que Pepe estuviese por allí danzando. Un partido por entrar estando expulsado negándose a abandonar las instalaciones, un par de ellos por desconsideración grave y otro por provocación. Son cuatro cosas que debería haber reflejado el acta y que a esta hora no sabemos porque desaparecieron porque el cuarto árbitro se dedicó a dos cosas a partir de la expulsión de Pepe: una, sacar la tablilla del descuento y dos, aguantar a Pepe. Todo ello con el asistente viendo la película sin intervenir. Si sólo hubiera sido eso le habrían metido 4 partidos pero al final uno. Error grave, había sanción para más, otro detalle de una sanción que va a lo mínimo.
Con Kluivert actuaron de oficio. Lo de Marcelo es indignante para la educación en valores que siempre debe tener el deporte. Como el colegiado no lo vio pues no pasa nada. O sea que si Marcelo agrede a alguien podría ser condenado por la justicia ordinaria pero el comité de competición no lo sanción porque el colegiado no lo vio. Una pena, otro error, el poder del colegiado adquiere la máxima dimensión. Si el árbitro no lo ha visto puedes hacer de todo, viva el canto a la trampa, lástima que los colegiados tengan tan poca consideración porque con lo que han creído ver, como el piscinazo de Higuain, se les deja en evidencia y le quitan la sanción al Pipita.
La UEFA, muchas veces menospreciada a nivel mediático por la sensación de ser una unión especuladora , no tuvo reparos, siete meses para David Navarro. El deporte no puede ir de la mano de la violencia, todo no sirve para unos deportistas que cobran no por lo que vale su fútbol sino por lo que generan. El aficionado, la televisión, no paga por batallas campales sino por luchas de gladiadores que terminan en un intercambio de camisetas. En Europa hubieran sido uno o dos años, sin Champions pero tampoco competición nacional ni partidos con la selección.
El arrepentimiento de Pepe le hace grande, está por ver si no se demoniza a la persona. Una pena todo lo ocurrido, no entiendo nada, la primera sensación que tuve es que al menos habían acertado al quitarle la amarilla a Higuian, según acabó de escribir, ya no estoy tan seguro, ¿es lícito rearbitrar la decisión del colegiado cuando después lo que no ve el árbitro no existe? ¿Si el acta tiene tanto poder, debería ver el colegiado otra vez el partido antes de firmarlo?
Pepe, un káiser, una pérdida para el espectáculo porque es de los mejores en su puesto, una sanción futbolera, no ajustada a derecho y con la que pierde el fútbol. El Madrid no debería recurrir, debería sancionar.