Florentino es el nuevo presidente del Madrid, hechos consumados, nadie podía aguantar el debate, el club necesita una catarsis, una reinvención del modelo de negocio partiendo de un código ético que cobra una nueva dimensión tras el asalto a la casa blanca de Ramón Calderón y sus secuaces. El club está en la ruina social más absoluta, el club judicializado, el peligro de sanciones como el descenso de categoría están ajustadas a las presuntas fechorías que se le imputan
al Madrid. Detrás de todo esto, está Cristiano Ronaldo, un regalo envenenado.
La cláusula Figo
Detalle que marca el fichaje de Cristiano Ronaldo, si el Madrid no ejecuta tendrá que pagar 30 millones de euros de peaje. Es la de Figo pero a la inversa, un problema mayúsculo de un Calderón que nunca pensó en la entidad. Saciado su ego, incluyó la penalización para obligar
al nuevo inquilino de la presidencia a comprar. Con la llegada de Florentino, Gaspart tuvo un dilema: las cuotas de los socios o 5000 millones de las antiguas pesetas o vender por la cláusula. El maquiavélico Calderón se la ha jugado a Florentino, tras la foto de Pérez con Zidane y Ronaldo más el silencio de este, no aguantó más y puso la penalización para devolver la jugada maestra de Florentino a su llegada en el 2000 pero a la inversa. La "florentinitis" de Calderón evidente, se espera una salida de crack para Florentino, Calderón le ha subestimado.
Los números de Cristiano Ronaldo
El coste global de la operación calderoniana de Cristiano Ronaldo es de 204.371.708 euros. Una locura porque hay que matizar que 100 millones, los del precio del traspaso, no se sabe si son en libras o en euros. Un detalle relevante si nos acordamos de la operación Robinho, en la auditoria del Madrid figura un coste diferente
al que el City presentó a sus accionistas.
El desglose de la cantidad es el siguiente. Pago
al contado, una locura más de Calderón, 100 millones de euros, de los cuales 40 millones eran del ingreso por traspaso de Robinho o Diarra.
Dos jugadores que fueron empujados a salir y de los que sólo Robinho sintió la necesidad de irse de donde era la segunda opción. Pagaba caro ser un jugador fichado por Florentino.
Los otros 60 millones llegarían de una póliza de crédito en el cual el Madrid pagaba según lo que disponía y le permitía el pago anticipado a la espera de los ingresos por traspaso. No consiguió encontrar quien le financiara, Calderón no consiguió convencer a ninguna entidad. Esos 60 millones, con el tipo de interés de agosto de 2008 a seis años, los de la duración del contrato le hubiesen supuesto
al Madrid un pago total de 70.377.691,68 a un tipo del 5,39% que significaría una plano total para la entidad bancaria. Los 60.000 euros del 0,10% de la comisión de apertura estarían exentos. Nos quedamos con una cifra irreal de intereses, el banco en plano. Lo real hubiese sido a un 7,00% con un pago total de 73.651.708,08. Si la póliza hubiese sido de 100 millones, el gasto se hubiese disparado.
Las cifras reflejan que los alardes de Calderón son un regalo envenenado, los fichajes de la portera como diría Nuñez a Cruyff. La compra acordada pero ficticia, Calderón nunca encontró financiación para comprarlo según pedía el United. Malos tiempos para pedir créditos y sospechas de que los números del Madrid, de los que hablaremos otro día, no son brillantes sino más bien una hipoteca que lastrará el futuro. El acuerdo son 92 millones, más los 8 millones de comisión para Jorge Mendes, el representante. Además, el jugador se convertirá en el mejor pagado del mundo con una ficha de 12 millones de euros netos según fiscalidad española y un contrato por seis años más el 50% de los ingresos por imagen. La operación es descabellada, un error más de Calderón que buscaba en la operación Cristiano Ronaldo una huida hacia delante y nunca el bien de la entidad. Hagamos números: 12 millones de euros netos. Acogiéndose el portugués Ronaldo a la Ley Beckham, un 26% para hacer la cantidad bruta. 3.120.000 a sumar a los 12.000.000 millones. La cantidad total, 15.120.000. Multiplicado por seis años, Calderón lo hace así para reducir el cuadro de amortización hipotecando más el club, suman la cantidad de 90.720.000. Una operación faraónica penalizada con la entrega del 50% de los ingresos de imagen
al jugador así como el 100% para el jugador de los contratos ya firmados. La rentabilidad, inviable.
Una operación de tres partes, analizar ganadores y perdedores es básico para comprender una operación maquiavélica donde el Madrid lo único que ha conseguido ha sido perder el tiempo y el prestigio. Gana el Manchester United, el traspaso de un Cristiano Ronaldo que ha terminado un ciclo sería el más alto de la historia del fútbol en un escenario de crisis global en la industria del fútbol. Todo ello tras ganar una o
dos Champions, tres Premier de manera consecutiva y un Mundial de Clubes.
Gana el jugador, relanzamiento mediático y posicionamiento en el puesto más alto en el top de ingresos. También revitaliza su mentalidad, nuevos retos y nuevos desafíos para un jugador que este año ha bajado su capacidad para irse en el 1x1, así como su rendimiento en banda.
El único perdedor, el Real Madrid. Las cifras son insoportables, no hay manera de rentabilizar a un jugador y
menos con una compra
al contado. El crédito, el que no dieron a Calderón, no sería problema ya que la nueva presidencia tendrá líneas de crédito abiertas por un detalle diferencial, la credibilidad. Este detalle no soluciona nada, los intereses serían otro gasto.
El cuadro de amortización nos deja un coste anual de 34.061.951 millones de euros anuales. Sólo de la póliza de contrato, el Madrid pagaría 1.022.940,39
al mes. Demasiados años de contrato, imposibilidad de obtener plusvalías a futuros y la idea de que un jugador no hace un equipo, ya que lo peor de la era Calderón es el lastre de jugadores de nivel medio comprados a precios galácticos. Ahora son un lastre más, de un Calderón que se vanagloria del tema Cristiano como si hubiera acordado una operación brillante. El silencio te hace grande, las cifras de la operación son un alarde de incapacidad. Es lícito que el próximo presidente del Madrid quiera a Cristiano Ronaldo pero debe tener en cuenta un detalle: en la operación debe ganar todos, incluido el Real Madrid, detalle este que muchos han olvidado durante años. Primero el Madrid, ese debe ser el punto de partida de cualquier candidato, detalle que Calderón nunca tuvo en cuenta.
PD:
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