Ayer jugué una partida q los rivales eran de amantium, turrón del que comian mis abuelos, ese que se partía con una piedra. Se comían un cañonazo, luego les dabas ckn la coaxial y se iban tan felices, asi todo el rato.
Lo mejor fue cuando un tio en una azotea se come un cañonazo, luego le doy con la coaxial, pero no de pasada, dandole tacatacatacata y el tío quieto, al final supongo que notó un picor, mi sentido arácnido me dice algo, y se tira de una tercera planta y sigue trotando, y yo dandole más con la coaxial, que dispara conguitos en vez de balas del 50, y el recon de los cojones tan feliz recibiendo y al trote como pedro con sus cabras en la montaña ! PEDRO! PEDROOO! y el colega al final se mete en un edificio y hasta otra.
Además de su dureza los cabrones disparaban balas rastreadoras que doblan esquinas, llevan cianuro en la punta y atraviesan paredes gordas. Y eso cuando disparaban, a veces ya con mirarme me mataban, me mataba todo, la brisa me mata, un susurro me mata, me matan de una tos.
Que pasada por el amor de dios!